Muchas veces me encontré pensando, ¿cómo empezar?, ¿por dónde?, ¿para qué?, ¿con qué objetivo?, ¿podré hacerlo?, ¿tendré tiempo?
Conocer de qué se trata y por dónde empezar es fundamental, es adquirir el conocimiento necesario para pensar eficazmente y movernos en la dirección que queremos.
Soñar con alcanzar deseos, seguramente te parezca más fácil que idear y concretar metas. ¿Y por qué digo esto?
Por que soñar se queda en el plano de lo abstracto, como algo que solo esta ahí, en nuestra cabeza dando vueltas. Muchas veces terminan siendo proyectos, planes o simples momentos que no fueron, que quedaron en el intento.
Yo creo que lo que configura y moldea nuestras vidas, son las preguntas que nos hacemos, que nos negamos a hacer o que jamás pensamos hacer.
De cierta manera la mayoría de nosotros tememos a los grandes cambios y no sabemos construir a largo plazo, pero si nos damos cuenta que son las pequeñas acciones en nuestro día a día, sostenidas en el tiempo, las que logran convertirse en nuevos hábitos, vamos a prestarles real atención, ya que lo que generaremos son resultados permanentes.
Hacer que un cambio sea fácil, hará que sea difícil fallar.
Entonces, la clave esta en crear desde las pequeñas acciones, ser amable con vos mismo, hacerte preguntas que te inviten a reflexionar en vez de hacer foco en fallas o errores, resolver inconvenientes volviendo a revisar el paso a paso, para encontrar dónde ajustar.
Tenemos la referencia de un pasado y un futuro, pero lo más importante, es que tenemos el presente para construir lo que el día de mañana será parte de un todo. Recordemos que la vida misma comienza con un día a la vez.
Presta atención a los simples momentos, es ahí donde comienzan los cambios significativos.